La relación entre nuestra microbiota intestinal y nuestras mitocondrias es uno de los descubrimientos más fascinantes de la ciencia actual. Aunque se encuentran en extremos distintos del cuerpo —unas en el intestino, otras en el interior de cada célula—, mantienen una comunicación continua que regula procesos esenciales para la producción de energía, la inflamación y el envejecimiento.
Este diálogo se da a través de señales bioquímicas: metabolitos producidos por las bacterias intestinales que modulan directamente la función mitocondrial. Cuando la microbiota está en equilibrio, estas señales favorecen la producción eficiente de energía y la resistencia celular. Pero cuando hay disbiosis (desequilibrio microbiano), las mitocondrias lo sufren: pierden eficiencia, generan más radicales libres y se debilita la defensa antioxidante.
¿Cómo afecta la disbiosis a las mitocondrias?
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Reduce la producción de ácidos grasos de cadena corta (SCFAs) como el butirato, clave para la biogénesis mitocondrial.
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Aumenta los niveles de lipopolisacáridos (LPS), que inducen inflamación sistémica y dañan las mitocondrias.
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Interfiere con la síntesis de vitaminas del grupo B, esenciales para el ciclo energético.
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Contribuye a la permeabilidad intestinal, generando una mayor carga oxidativa y estrés mitocondrial.
La microbiota, por tanto, no solo digiere alimentos: orquesta parte de la maquinaria energética celular.
Cómo nutrir la microbiota para proteger tus mitocondrias
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Consumir alimentos ricos en fibra fermentable: legumbres, verduras, frutas, avena.
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Incluir alimentos fermentados: kéfir, chucrut, miso, yogur natural.
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Evitar el exceso de azúcares simples y procesados.
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Incorporar nutrientes y suplementos que favorezcan un ecosistema intestinal antiinflamatorio.
El enfoque Sevens para proteger el eje intestino-mitocondria
Omega 3 Sevens (aceite de pescado)
Los omega-3 reducen la inflamación intestinal, mejoran la integridad de la mucosa y protegen las mitocondrias contra el daño oxidativo inducido por endotoxinas derivadas de una microbiota desequilibrada.
Cúrcuma BIO Sevens y Curcumin C3 Reduct Sevens
La curcumina tiene un efecto prebiótico, modula el equilibrio microbiano y disminuye la inflamación intestinal. Además, activa rutas antioxidantes y mitocondriales de forma directa.
Magnesio Sevens
Esencial para el equilibrio ácido-base en el intestino, apoya la contracción muscular intestinal y contribuye a un entorno propicio para una microbiota diversa.
Multivitaminas Sevens
Aporta vitamina B12, B6, biotina y ácido fólico, todas necesarias tanto para la microbiota como para la síntesis de ATP en las mitocondrias.
Detox Sevens
Alivia la carga del hígado y ayuda a eliminar toxinas acumuladas que afectan tanto a la microbiota como a la función mitocondrial. Ideal en fases de limpieza o restauración intestinal.
Conclusión
La salud de nuestras mitocondrias no empieza en la célula, sino en el intestino. Una microbiota equilibrada genera las señales bioquímicas necesarias para mantener nuestras centrales energéticas en óptimas condiciones. Con una nutrición rica en fibra, una vida activa y el respaldo de los suplementos Sevens, puedes fortalecer este eje intestinal-mitocondrial y mejorar tu vitalidad desde lo más profundo.