Haz esto para bajar tu inflamación intestinal

El sistema digestivo es un complejo entramado de órganos y procesos que pueden experimentar una amplia gama de problemas. Desde dificultades en los dientes y las glándulas salivales hasta trastornos más graves como el intestino permeable o la colitis, existen numerosas alteraciones que pueden afectar tu bienestar digestivo. En los últimos años, ha aumentado la cantidad de personas que experimentan síntomas digestivos, lo que indica la necesidad de comprender y abordar estos problemas de manera efectiva.

Hasta hace poco, se creía que el sistema digestivo era simplemente un tubo donde ocurrían procesos digestivos básicos. Sin embargo, ahora sabemos que hay mucho más en juego si deseas evitar o resolver problemas digestivos, desde la inflamación hasta la constipación y otros trastornos más graves. Es importante adquirir cierto nivel de conocimientos para mejorar y determinar qué acciones son realmente útiles y cuáles no lo son.  Por ejemplo, es sorprendente descubrir que más del 75% de nuestro sistema inmunológico se encuentra distribuido en el sistema digestivo, mientras que solo una cuarta parte se ubica en el resto del cuerpo. Además, una membrana de una sola célula recubre el intestino y actúa como una barrera protectora. Si esta barrera se daña, es posible que desarrolles alergias a alimentos que antes no te afectaban. Esta activación del sistema inmunológico puede generar más inflamación. Además, el sistema digestivo está estrechamente relacionado con el cerebro.

En realidad, el sistema nervioso entérico, presente en nuestros intestinos, contiene más neuronas que el propio cerebro. Estas dos redes están conectadas a través del nervio vago o neumogástrico, lo que explica por qué sentimos mariposas en el estómago o malestar digestivo cuando estamos nerviosos, y también por qué algunos medicamentos, como los antidepresivos, pueden causar náuseas y trastornos digestivos. Incluso puede ser sorprendente descubrir que las intolerancias alimentarias o la inflamación digestiva pueden afectar tu comportamiento, haciéndote sentir menos inteligente o menos concentrado. Es evidente que el sistema digestivo desempeña un papel crucial en nuestra salud física y mental.

A continuación indagaremos los problemas digestivos más comunes y cómo abordarlos para reducir la inflamación en tu sistema digestivo y aliviar los síntomas asociados.

Comenzaremos por la sensibilidad a los FODMAPs, un conjunto específico de carbohidratos fermentables que pueden desencadenar una respuesta inflamatoria y malestar digestivo. Aunque es posible que hayas mejorado tu alimentación y evitado el gluten, aún podrías experimentar trastornos digestivos debido a estos carbohidratos particulares.

En segundo lugar, una de las principales causas de inflamación digestiva es la falta de enzimas digestivas. Esto es muy común en dos situaciones específicas.

1: las personas que comen grandes cantidades de alimentos de repente deben tener cuidado, ya que su capacidad enzimática puede no ser suficiente para digerir todo lo que están consumiendo. Es importante tener en cuenta esto al seguir una dieta o al hacer una comida al día para mantener la capacidad enzimática adecuada.

2: las personas que están bajo estrés intenso, ya sea por entrenamiento físico intenso, razones laborales, familiares u otras, también pueden experimentar una disminución en la producción de enzimas digestivas. Un ejemplo típico de esta situación ocurre cuando se consume una gran cantidad de proteínas y, a pesar de tener un problema enzimático, los niveles de proteínas en la sangre son bajos debido a la incapacidad de absorber y digerir correctamente las proteínas. Para confirmar si hay un problema de enzimas, se pueden realizar estudios de materia fecal que también evalúen la flora bacteriana y la presencia de hongos, entre otros. Los síntomas que pueden indicar la falta de enzimas incluyen distensión estomacal después de las comidas, generación de gas y distensión, sensación de saciedad rápida con poca cantidad de comida y presencia de alimentos no digeridos en las heces. Para abordar estos problemas, se recomienda evitar comer durante momentos de alto estrés y practicar el ayuno intermitente. En caso de ser necesario comer en momentos de estrés, se pueden utilizar técnicas de relajación, como las respiraciones, antes de las comidas para facilitar el proceso digestivo. También se pueden utilizar suplementos como el triptófano y el 5-HTP para relajar el sistema digestivo y mejorar la digestión mediante una mayor producción de enzimas.

Cabe destacar que cuando estás relajado, aumenta la producción de ácido en el estómago, lo cual es beneficioso para la digestión y absorción de nutrientes. Además, es recomendable darle al cuerpo períodos de descanso para reponer las enzimas digestivas y reducir la inflamación en el sistema digestivo. Si estas medidas no son suficientes, se pueden utilizar enzimas digestivas en forma de suplementos, aunque se deben considerar como una solución temporal.

Si tienes problemas de intolerancias digestivas, puede resultar más fácil procesar los alimentos mediante jugos verdes en lugar de consumir las mismas cantidades de frutas y verduras crudas completas. Sin embargo, si has pasado por una cirugía de vesícula biliar (colecistectomía), es importante tener en cuenta que la producción de bilis será menor, lo que dificultará la digestión de grasas. En ese caso, se puede considerar una dieta cetogénica adaptada a las necesidades específicas.

En tercer lugar, tienes que tener en cuenta la flora bacteriana. Tanto si tienes pocas bacterias como si tienes un exceso de bacterias, puedes tener inflamado tu sistema digestivo y sentirte mal. Arruinar tu flora bacteriana y tener pocas bacterias en tu organismo puede ocurrir si no les das de comer los alimentos que normalmente consumen, es decir, una dieta baja en fibras y alta en azúcares, y también el uso de antibióticos.

Si tienes pocas bacterias, puedes experimentar estreñimiento, más síntomas alérgicos, tendencia a generar trombosis y problemas en la sangre en general, que son todas consecuencias de un estado más inflamatorio. Además, puedes encontrar fibra no digerida en tu materia fecal, que suele aparecer como puntos negros o blancos. También puedes experimentar una disminución en tu rendimiento físico en comparación con tu nivel normal. Si sospechas que tienes pocas bacterias, puedes empezar a mejorar tu situación de la siguiente manera: consume probióticos de amplio espectro, es decir, aquellos que contienen la mayor cantidad posible de cepas bacterianas diferentes. Si no puedes conseguir probióticos con muchas cepas, puedes usar productos diferentes y cambiarlos cada dos o tres meses para mantener una variedad en tu organismo.

Además, consume alimentos fermentados que no generen distensión en tu sistema.  Para mejorar el desequilibrio en tu flora bacteriana, también es importante consumir prebióticos, que son los alimentos que las bacterias consumen para sobrevivir. Si no puedes aumentar tu consumo de este tipo de alimentos, puedes usar suplementos como la inulina, que vienen en forma de polvo y también tienen un sabor dulzón que puedes usar para endulzar naturalmente tu café o té. Si tienes un desequilibrio más grave, como tener muy pocas bacterias de golpe, una opción radical sería un trasplante de materia fecal, pero esto no está disponible en la mayoría de los países. Una opción menos radical es hacer un enema de probióticos, tomando varias cápsulas de probióticos, diluyéndolas en agua y usando ese líquido para hacer el enema.

Recuerda que tanto tener pocas bacterias como tener un sobrecrecimiento bacteriano en el intestino pueden causar síntomas negativos, por lo que es importante equilibrar tu flora bacteriana. Presta atención a los alimentos que consumes y experimenta con lo que te sienta bien o mal.

¿Cómo diferencio en que intestino tengo la inflamación? (grueso o delgado).                                                     

Si estás experimentando problemas digestivos, como inflamación, molestias y alteraciones en tu capacidad de concentración, es importante diferenciar si los síntomas provienen del intestino delgado o del grueso.

Cuando tienes inflamación en el intestino delgado, las molestias se sentirán por debajo del ombligo. Si presionas profundamente en esa zona y sientes molestias, es probable que la inflamación esté en el intestino delgado. En cambio, si sospechas que el problema está en el colon, busca molestias en las fosas ilíacas, que son los dos sitios ubicados al costado de la zona más baja del abdomen. Para reducir la inflamación, puedes realizar una limpieza intestinal para eliminar el exceso de flora bacteriana, ya sea en el intestino delgado o en el colon. En relación a la limpieza del colón te recomendamos que lo hagas naturalmente.

Además, es importante realizar limpiezas para evitar que estos problemas vuelvan a ocurrir. Para ello, debes reducir tu consumo de carbohidratos, ya que ciertas bacterias se alimentan de azúcares y pueden crecer en exceso. También puedes usar sustancias como el aceite de orégano o el extracto de ajo, que son desparasitantes y antifúngicos, para controlar el crecimiento de la flora en tu organismo. Suplementos como Detox de Sevens te ayudaran profundamente en esta acción de depuración y desinflamación.

Si a pesar de estos cambios sigues experimentando síntomas, existe un péptido llamado LL-37 que se ha demostrado efectivo para reducir la inflamación del sistema digestivo y tratar enfermedades autoinmunes relacionadas con la permeabilidad intestinal. Aunque es una opción nueva, es importante saber que existen cada vez más herramientas para mejorar los síntomas relacionados con problemas inflamatorios del sistema digestivo. En cuanto a la acidez estomacal, generar más ácido en el estómago puede ayudar a controlar el crecimiento bacteriano en el intestino delgado. Consumir suplementos que aumenten el nivel de acidez estomacal puede marcar la diferencia y prevenir el sobrecrecimiento de bacterias en el intestino delgado.

¿Cuáles son las causas de inflamación digestiva? Alergias y Sensibilidad.

Obviamente, uno de los factores que puede cambiar los niveles de inflamación en tu cuerpo, especialmente en tu sistema digestivo, es evitar los alimentos a los que eres sensible, intolerante o a los que tienes alergias. Por ejemplo, el consumo de gluten o lactosa son ejemplos comunes que justifican evitar la mayoría de los cereales y lácteos en general. Sin embargo, no todos los lácteos son iguales y muchas sensibilidades o intolerancias no son permanentes ni necesariamente se deben al alimento en sí mismo. Puedes tener sensibilidad a conservantes, colorantes o incluso a toxinas presentes por contaminación. Incluso puedes experimentar inflamación, sensibilidad o alergia a una sustancia debido a razones emocionales. Recuerda que existen miles de sustancias que pueden causar intolerancia o sensibilidad.

La forma más fácil de detectar si tienes intolerancia es observar si experimentas cólicos o frecuentes visitas al baño después de consumir ciertos alimentos, como en el caso de la intolerancia a la lactosa. También puedes notar un aumento en la mucosidad, otro síntoma común de intolerancia a la lactosa. Si sospechas de alguna intolerancia, puedes realizar pruebas en casa eliminando ciertas sustancias durante tres días o una semana para observar cómo cambian tus síntomas.

No todas las intolerancias se resuelven de la misma manera. Algunas requieren eliminar la sustancia de forma permanente, como en el caso del gluten, para reducir la inflamación, los anticuerpos y el dolor en otras partes del cuerpo, como las articulaciones o la capacidad de concentración. Por otro lado, en el caso de la intolerancia a la lactosa, puedes optar por tomar lactasa, una enzima que ayuda a digerir la lactosa, si deseas seguir consumiéndola. Recuerda también que la diferencia entre sensibilidad y alergia es que esta última provoca síntomas más marcados y generalmente es fácil de detectar.

Levaduras y Hongos (o parásitos).

Las levaduras, hongos, parásitos e incluso el moho y las micotoxinas son grandes generadores de inflamación en tu cuerpo. Para evitar esta inflamación, es importante eliminar estas sustancias. Si experimentas síntomas relacionados con este tipo de situaciones, especialmente síntomas nocturnos o un aumento del deseo de consumir carbohidratos, puedes utilizar técnicas sencillas de desparasitación o eliminación de hongos para corregir esto.

 

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