¿Sabías que una de las primeras barreras para evitar enfermar está en lo que comes cada día? Tu sistema inmunológico necesita nutrientes clave para defenderte con eficacia. Y uno de los más potentes, y muchas veces subestimado, es la vitamina C.

Defensa celular de alto nivel

La vitamina C no solo protege contra el resfriado: activa y refuerza las células inmunes, especialmente los neutrófilos, macrófagos y linfocitos T. Les ayuda a detectar y neutralizar virus y bacterias de forma más eficiente. Además, reduce la inflamación asociada a procesos infecciosos, minimizando el daño colateral al tejido sano.

Su capacidad antioxidante también resulta esencial. Durante una infección, el cuerpo genera radicales libres como parte del proceso de defensa. Pero si no se neutralizan, terminan dañando tus propias células. Aquí la vitamina C actúa como escudo, limitando este daño oxidativo y favoreciendo una recuperación más rápida.

La sinergia que hace la diferencia

Cuando se combina con zinc, se refuerza aún más la producción de células inmunes y se mejora la integridad de las mucosas, una de las principales barreras físicas frente a patógenos. Además, el zinc es esencial en más de 300 procesos enzimáticos, muchos de ellos relacionados con la defensa y regeneración tisular.

¿Y si además sumamos bioflavonoides y escaramujo? La fórmula ideal no solo proporciona vitamina C, sino también cofactores naturales que potencian su efecto. El escaramujo, rico en polifenoles, flavonoides y vitamina C natural, potencia la biodisponibilidad del suplemento, alargando su acción y mejorando la modulación inflamatoria. Los bioflavonoides como la hesperidina también mejoran la circulación y el transporte de nutrientes, ayudando al cuerpo a reaccionar mejor frente a amenazas.

¿Qué dicen los estudios?

Numerosos ensayos clínicos han demostrado que la suplementación diaria con vitamina C puede:

• Reducir la duración del resfriado común.

• Disminuir la severidad de los síntomas.

• Aumentar la resistencia a infecciones respiratorias, especialmente en personas activas o con altos niveles de estrés.

Estos efectos son aún más significativos cuando la vitamina C se combina con zinc y antioxidantes naturales, como los del escaramujo.

¿Para quién es especialmente útil?

• Personas con infecciones frecuentes o defensas bajas.

• Individuos con estrés crónico, fumadores o con dietas poco variadas.

• Niños, adultos mayores o deportistas con mayor desgaste inmunológico.

¿Cómo tomarla para apoyar tus defensas?

Una dosis diaria de 1000 mg de vitamina C junto con zinc y bioflavonoides es suficiente para cubrir las necesidades diarias y apoyar el sistema inmunológico de forma eficaz. La constancia es clave, y lo ideal es tomarla en el desayuno para aprovechar su efecto desde el inicio del día.

¿Quieres reforzar tus defensas de forma real y duradera? La Vitamina C de Sevens Nutrition contiene vitamina C natural procedente del escaramujo, zinc y bioflavonoides como la hesperidina. Una fórmula pensada para ayudarte a mantenerte fuerte, incluso en los momentos de mayor exposición.

Tu sistema inmune se merece algo más que lo básico.