El colágeno es uno de esos ingredientes de los que todo el mundo habla, pero no siempre se sabe bien qué hace.
Está en la piel, los huesos, los músculos, las articulaciones… y con el paso del tiempo, el cuerpo deja de producirlo en la misma cantidad.
El resultado: piel menos firme, más cansancio muscular y articulaciones que se resienten.
En este post te contamos qué es exactamente el colágeno, para qué sirve y cómo puede ayudarte a mantener tu cuerpo fuerte, flexible y saludable por dentro y por fuera.
¿Qué es el colágeno?
El colágeno es una proteína estructural: actúa como una red que da firmeza y soporte a tejidos como la piel, los tendones o los ligamentos.
Es, de hecho, la proteína más abundante del cuerpo humano.
Pero a partir de los 25-30 años, su producción natural empieza a disminuir, y eso se traduce en pérdida de elasticidad, molestias articulares o recuperación más lenta tras el ejercicio.
Por eso, suplementar con colágeno puede ser una forma eficaz de apoyar esa regeneración natural y compensar lo que el cuerpo ya no produce con la misma facilidad.
¿Para qué sirve el colágeno?
El colágeno tiene un papel clave en distintas funciones del cuerpo. Estos son algunos de sus beneficios más importantes:
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Mantiene la firmeza y elasticidad de la piel, reduciendo líneas de expresión y flacidez.
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Fortalece las articulaciones, ayudando a reducir molestias y mejorar la movilidad.
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Contribuye a la regeneración muscular y ósea.
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Favorece la salud del cabello y las uñas, aportando resistencia y brillo.
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Apoya la recuperación tras el deporte o el esfuerzo físico.
El colágeno no solo actúa sobre lo visible (la piel), sino también sobre lo funcional: músculos, huesos y articulaciones.
Colágeno marino con magnesio: una combinación perfecta
No todos los colágenos son iguales. El colágeno marino hidrolizado es el que mejor absorbe el cuerpo, porque sus moléculas son más pequeñas y biodisponibles.
Si además lo combinas con magnesio, el resultado es aún más completo: el magnesio contribuye al funcionamiento normal de los músculos y la formación del tejido conectivo, potenciando los efectos del colágeno.
¿Cómo y cuándo tomar colágeno?
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Tómalo cada día, idealmente por la mañana con el desayuno o tras el ejercicio.
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Sé constante: los beneficios se notan con el uso diario y continuado (a partir de 4-8 semanas).
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Combínalo con una alimentación rica en proteínas y vitamina C para mejorar su absorción.
Cuidar tu piel, tus articulaciones y tu energía no es solo cuestión de estética, sino de salud.
El colágeno es una forma sencilla de darle a tu cuerpo lo que necesita para mantenerse fuerte, flexible y vital.
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